TERAPIA DE BIOMAGNETISMO

El  modelo médico, desarrollado por el doctor Goiz Durán, el “Par Biomagnético”, considera las manifestaciones normales de los organismos dentro de un nivel energético común y a las manifestaciones patológicas fuera de él. Esta nueva alternativa médica se basa en las propiedades magnéticas de los componentes del cuerpo humano. Las células tienen minúsculas propiedades biomagnéticas, cada célula, tejido, órgano y sistema, así como las sustancias químicas asimiladas o desechadas producen su propia energía magnética, es por ello que los campos de energía de los diferentes órganos no permanecen estáticos sino que están sujetos a variaciones producto del estado de actividad y descanso o debido a influencias externas como son la entrada al cuerpo de sustancias en forma de comida o bebida, o la exposición a fuentes magnéticas naturales o artificiales.

El principio general en el que se basa el Par Biomagnético considera al desequilibrio del pH como causante de la enfermedad, el cual se restablece mediante la aplicación de novedosas técnicas de diagnóstico y de terapias vanguardistas donde la energía magnética es el principal o único medicamento.
El Par Biomagnético es una propuesta de bajo costo y de una efectividad probada y aprobada por un sector médico que conoce las ventajas de este nuevo modelo médico que no requiere equipo caro y sofisticado y que, además, está libre de efectos secundarios nocivos, por lo que constituye una valiosa alternativa para tratar los más diversos problemas de salud desde una perspectiva científica más humana, donde la finalidad única se centra en aliviar el dolor y recuperar la salud del paciente y no en los beneficios económicos que pudieran obtenerse de él.
Debido a las propiedades de los imanes, a las respuestas corporales y a sus efectos es que se utilizan en medicina, actuando en el organismo humano de diferentes maneras:
• Estimulan los puntos de acupuntura y meridianos, es por ello que pueden ser utilizados especialmente
para aliviar el dolor, así como en el caso de desgarres y estirones.
• Influyen positivamente en las células sanguíneas debido a que magnetizan al núcleo de hierro de las
moléculas de hemoglobina.
• Aumentan el flujo sanguíneo y elevan la temperatura corporal.
• Aceleran la asimilación de sales, debido a la magnetización de los iones metálicos.
• Tienen influencia sobre los impulsos nerviosos, por lo que pueden utilizarse como anestésicos y para controlar los ataques epilépticos.
• Propician el equilibrio entre el anabolismo y el catabolismo
• Desconfiguran los campos magnéticos de los microorganismos patógenos, debilitándolos o causándoles la muerte, por lo que se recomienda su aplicación en el caso de enfermedades infectocontagiosas.

Se trabaja con  10 sesiones mínimo. Según evolución del paciente.